domingo, 21 de octubre de 2007

LA DOBLEZ DE LOS AGENTES DOBLES (DIMES Y DIRETES)


LA “DOBLEZ” DE LOS “AGENTES DOBLES” (“DIMES Y DIRETES”)


Fernando Pinto Cebrián



Recientemente la prensa ha recogido la noticia: el Servicio Secreto español ha “levantado” a un ex “agente doble”…

Noticia que, sin entrar en concreciones absurdas, nos permite efectuar los siguientes Dimes y Diretes desde un punto de vista analítico general para todos los casos de “doblez”.

Veamos los DIMES:
La Inteligencia, la que sea, al servicio de cualquier organismo del Estado, el que fuere, tiene éxitos y fracasos.
Frecuentemente, de los primeros, salvo por necesidad de realzar su prestigio, se habla poco, unos por secretos en su ejecución y resultado, otros por evitar dar pistas al “enemigo”.
De los segundos tampoco mucho. Los responsables, interesados, si pueden, los ocultan, pero si no es posible saltan rápidamente a los tabloides.
Ejemplos múltiples podemos encontrar en nuestra historia contemporánea, sólo hay que revisar, con la reserva debida en cuanto a contenidos, las hemerotecas o solicitar datos a “Internet”.
En todo caso, en este tema, hay que tener en cuenta que hay éxitos aparentes que luego resultan fracasos o, al revés, fracasos en principio que luego son un éxito.

Y ahora los DIRETES:
Uno de los casos particulares del binomio maniqueo “éxito-fracaso” bien conocido por todos, en la ficción a través de la literatura y el cine “de espías” y en la realidad a través de los m.c.s., es el caso de la “doblez” de los “agentes dobles”.
“Doblez”, que da carácter a tal tipo de “agentes” y que puede suponer un éxito o fracaso dependiendo del lado en que esté situado el manipulador del “doble” y el propio “doblado”. Así, aquel y éste podrán ser patriotas o traidores según desde donde se mire.
Veamos.
Si observamos la casuística general un “agente doble” puede serlo por variadas razones (algo que no explica la prensa):
. Profesionalidad: Cuando el que se dobla es un agente escogido por su Servicio a tal fin. Su misión: obtener información y/o intoxicar al servicio que lo “contrata-compra”. Tal agente puede ser profesional u oportunamente profesionalizado. Por su trabajo es considerado un patriota.
. Por “doblaje” de un agente ya “doblado” por el enemigo, dándole la vuelta a nuestro favor. Se le puede “perdonar” la traición y el resultado puede ser un éxito.
. Interés económico: cuando el agente o ex agente busca ser "doblado" interesadamente a cambio de dinero. Su "compra" le hace traidor.
. Ideología política, social, religiosa,…: Cuando el doblado cuenta con una ideología encontrada con la propia de su Gobierno y de su organización que le lleva a actuar en su contra convirtiéndose en traidor.
. Venganza contra su Servicio o algunos de sus miembros por frustración de su carrera u otro problema. Su odio le convierte en traidor.
. Chantaje efectuado por el Servicio que le “compra” aprovechando alguna de sus vulnerabilidades (descartando la económica ya citada) personales o familiares. Explotación de vulnerabilidades que le conducen a la traición.
Sólo en el primer caso y el segundo, si no se le descubre y se alcanzan los objetivos propuestos, se puede hablar de éxito, caso contrario será un fracaso.
Todos los demás son un auténtico fracaso y un gran fallo para la seguridad.
Fallo porque, en esos casos, superó la prevención y agredió al sistema, obligando a su reparación.
Y para tal comprensión hay que tener en cuenta que siempre que falla la seguridad hay que considerar que la misma no era tal, es decir, que no había suficiente seguridad, y que los responsables de la misma, ejecutivos y dirección, no controlaron adecuadamente el sistema (pero de ésto, lógicamente, tampoco hablará la prensa).

No hay comentarios: