martes, 31 de agosto de 2010

PUNTUALIZACIONES...

Fernando Pinto Cebrián


I:

Se podrá debatir, sobre las sobre las razones que nos llevaron a allí; sobre porqué seguimos allí; sobre lo que la sociedad cree que estamos haciendo allí; sobre si se cuenta la verdad de lo que realmente pasa allí;…

Se podrá debatir sobre si las acciones armadas sobre nuestras fuerzas son o no acciones de guerra; sobre si el enemigo que actúa contra nosotros debe ser así considerado o no; sobre el porqué otros gobiernos y sus fuerzas si lo reconocen y nosotros no;…

En fin, se podrá debatir, sobre todo aquello que no mueve más molino que el de la lucha partidaria,…

Y por eso, por encima de dogmatismos y demagogias, se hace preciso puntualizar:

. Cuando hay dos contendientes en enfrentamiento armado, sea éste de carácter regular, regular y a la vez irregular, totalmente irregular,…, con bajas mutuas y de civiles…, la SITUACIÓN ES DE GUERRA. Y no hace falta declaración expresa por parte de nadie.

. Toda acción de reconstrucción que se efectúe, sea por un contendiente u otro, se hace en SITUACIÓN DE GUERRA y por lo tanto se puede ver afectada, si no cuenta con la seguridad adecuada, por acciones de guerra de cualquier tipo.

. Las acciones terroristas no sólo se producen en situación de paz, son transformadas en hechos de guerra en SITUACIÓN DE GUERRA (recordemos los atentados cometidos, entre otros muchos ejemplos, por la resistencia francesa en la II GM contra las fuerzas ocupantes), solo que en este caso se busca expandir el “terror” entre las filas enemigas y sus colaboradores.

. Es ilusorio trabajar en una SITUACIÓN DE GUERRA creyendo por orden que se está en situación de paz; tal engaño afecta siempre a la seguridad y termina acabando con la protesta de los ejecutivos, de la sociedad y con la credibilidad del ordenante.

II:

Se podrá debatir sobre si las ONG,s han de cumplir o no sus misiones en situaciones de flagrante inseguridad; sobre si se les ha de prohibir o no viajar a zonas inseguras; sobre si se ha de seguir manteniendo la ayuda o no;…

Se podrá debatir sobre si, cuando acontece alguna desgracia, las medidas de seguridad fueron las correctas; sobre si los apoyos oficiales fueron los adecuados o no; sobre, caso de un secuestro terrorista, quien pagó o no el rescate o quien, en su caso debería pagarlo; sobre el carácter del mismo: económico, político,…;sobre si el pago efectuado está de acuerdo con el concepto de la lucha contra el terrorismo en una democracia;…

En fin, más agua para el molino de los intereses partidarios,…

Por eso hay que puntualizar una vez más:

. Entrar en zonas de fehaciente actividad terrorista es tener “todas las papeletas de la rifa”, si no se atiende debidamente a la seguridad, de caer en sus redes.

. Las “suficientes” medidas de seguridad no van a evitar del todo las posibles actividades de los terroristas, posiblemente, aunque las limiten, atendiendo a la rentabilidad del objetivo, las endurecerán en la zona en un plazo más o menos largo o buscarán otros lugares de más fácil actuación.

. Si los terroristas dejan en libertad a un secuestrado es indudable que lo hacen por haber conseguido su objetivo: económico o político; el propagandístico es alcanzado desde el momento inicial.

. Es también indudable que el pago, fuera el que fuese, estimula como “victoria” a los terroristas y a sus afines a volver a intentar acciones similares.

. Si bajo el “no se negocia con terroristas”, no se paga un secuestro, se ha de estar dispuesto, política y socialmente, a sufrir las consecuencias de la pérdida de vidas humanas o a emplear, como alternativa, la acción directa contra los secuestradores, también con todas las consecuencias, o bien, a perseguirles tras el cobro y consecuente liberación, para su detención inmediata y recuperación del pago.

. En ningún caso, la acción terrorista y la reacción gubernamental deberían ser motivo de división o de fractura político-social.