domingo, 28 de febrero de 2010

LAS DECISIONES SUPERIORES Y LOS ANALISTAS

Fernando Pinto Cebrián


Los analistas de verdad, encuadrados profesionalmente en cualquier ámbito que requiera análisis para tomar decisiones, conocen perfectamente cual es su trabajo y hasta donde llega su responsabilidad.
Saben que han de cumplir, a los requerimientos de inteligencia de sus superiores, proporcionándoles la información necesaria para ejercer su responsabilidad de mando.
Y, tamizada la información recibida mediante todos los contrastes posibles, emiten informes con apuntes, si fuera posible, de prospectiva razonada.
Caso de que la información no se pueda contrastar, siempre se puede apuntar pero con tal indicación.
Asimismo, el analista, si es buen profesional, sabe muy bien diferenciar lo que es fruto de su riguroso trabajo, de lo que son sus opiniones personales al respecto, que puede apuntar en algún caso, sobre todo si se le piden, pero las separa siempre de lo que es inteligencia.
Es razonable por tanto que si el analista no cumple con su trabajo (sus resultados carecen de la objetividad necesaria), equivocando, consciente o inconscientemente, a quien decide, sea sujeto a la punición correspondiente.
Pero si el que decide se equivoca, en ocasiones por no saber mandar, teniendo en su mano un análisis lo más acertado y riguroso posible (que siempre se puede saber puesto que el analista no está nunca solo), enfrentándose a él, adaptándole a sus requerimientos, y/o tomando las opiniones por ciertas,…, entonces la responsabilidad es suya y sólo suya.
Lo que no es de recibo, como se observa en la actualidad (hace poco en la española), es pasar la factura siempre al analista o a los analistas, no reconociendo el propio error eludiendo la propia responsabilidad en aras a mantener los privilegios del puesto.
Así no se llega a ninguna parte, los analistas se desmoralizan, siendo cada vez más difícil encontrarlos (aquellos que lo son de verdad y no hacen poesías de la realidad), y los mandos pierden la confianza que aquellos y demás subordinados deberían tener en ellos.
¿Es tan difícil centrarse por ambas partes en una profesionalidad responsable?