sábado, 20 de diciembre de 2008

PROPAGANDA TERRORISTA


PROPAGANDA TERRORISTA

Fernando Pinto Cebrián


Hace tan solo unos días se difundió la “noticia” de que Al-Qaeda declaraba a España, una vez más, país objetivo.
Y, también una vez más, los comentaristas apuntaban que su conocimiento alertaba a las fuerzas de seguridad sobre la posibilidad de atentados.

Nada nuevo aunque se tenga constancia de un aumento cuantitativo (constatación importante) de las declaraciones de amenaza.
Para Al Qaeda, España es ya objetivo permanente se envíen o no tropas a países musulmanes en conflicto, la recuperación de Al-Ándalus da tal carácter al territorio español

De todas formas, el video de Al Qaeda no deja de ser mera propaganda terrorista: un permanente intento de demostrar su existencia y justificar su violencia con el objeto de que los medios de comunicación, con su difusión, contribuyan a formar una idea de quienes son, de sus ideas, de que es lo que quieren, de su capacidad y de sus posibilidades (en muchos casos sobreestimadas), al tiempo que tratan de producir alerta social y hostigar a las fuerzas de seguridad con la posibilidad de un próximo atentado. Buscan que la reacción ante sus comunicados sea excesiva por parte de todos los que pueden ser sus víctimas, por eso emplean la técnica de aplicar ruido, mucho ruido…

Ruido propagandístico que emplean, básicamente, en dos direcciones concretas, sea el terrorismo nacional o internacional:
1.- sobre los atentados realizados
2.- sobre las amenazas (futuros atentados a realizar)
En algunos casos al 1 se suma el 2.
Y en ambos, siempre está presente la “justificación” sobre lo hecho y sobre aquello por hacer y, al mismo tiempo, el ensalzamiento de su grupo e ideas tratando de levantar la moral a sus seguidores y acólitos, de enardecerlos para que actúen y, asimismo, minar la voluntad de sus “víctimas”.

En algún caso, pueden sorprender, pero cada vez lo harán menos si la difusión de su propaganda es la justa y si sobre ella se hace la crítica adecuada y oportuna.
Bien se sabe que tal tipo de manifestaciones, aunque se analicen en profundidad, no suelen aportar mucha información sobre los terroristas. Sin embargo no se echan en saco roto por su posible acción catalizadora sobre los terroristas apáticos o dormidos.
De todas formas, lo realmente interesante para que la sociedad no se alarme en exceso es saber que las fuerzas de seguridad trabajan en continuidad creciente, hora a hora, día a día,…, y que nunca lo hacen al compás de los comunicados terroristas, ya que siempre intentan estar por delante.
Lo importante es lograr que los violentos nunca marquen las pautas, los métodos, los tiempos,…, de un trabajo, el contraterrorista, que busca siempre frustrar sus acciones antes de que se produzcan, incluso aquellas de la emisión de su propaganda.
Y es que ésta, además, puede ser una vulneralibilad para el grupo terrorista que la emite por desvelar la permanente incoherencia y falsedad de sus planteamientos.

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