miércoles, 14 de mayo de 2008

TERRORISMO Y GUERRA.TERRORISMO EN LA GUERRA


TERRORISMO Y GUERRA. TERRORISMO EN LA GUERRA

(Pensamientos iniciales)

Fernando Pinto Cebrián



TERRORISMO Y GUERRA:
En la actualidad, tras los atentados terroristas de Al Qaeda, se han establecido diversas conexiones nuevas, desde diferentes puntos de vista, entre los conceptos relativos al Terrorismo y a la Guerra.
En primer lugar, afirmando, de manera un tanto simplista, maniquea e interesada desde el lado terrorista, que tales atentados, realizados en nombre de Dios, suponen acciones de una guerra.
Guerra existente entre tal organización, que dicen representa a unas sociedades musulmanas afines, y la sociedad occidental que, dicen, aplica el terror sobre las primeras.
En segundo lugar, del lado de las víctimas, tomando la necesaria respuesta antiterrorista o contraterrorista como guerra contra el terrorismo.
En tercer lugar aplicando falsamente la concepción de guerra, en cuanto ligada a la actividad bélica de un movimiento de liberación. En este caso aquel, equivocadamente así tomado por Al Qaeda (u otros grupos similares), ya que dicen buscar las libertades perdidas ante occidente.
Y seguramente más consideraciones a tener en cuenta…
De manera que si las fuerzas militares de los países, afectados o no por el terrorismo internacional, sólo tenían antes ojos para las fuerzas correspondientes de los países potencialmente conflictivos, ahora incorporan a su lista de enemigos de guerra, ya declarados o posibles, a las entidades terroristas internacionales (algunos incluso las nacionales)
Así la relación entre el Terrorismo y la Guerra ha sufrido un cambio sustancial.
Ahora, al margen de que guerreen Estados contra Estados en la vigencia clausewitziana de la “guerra como prolongación de la política por otros medios”, existe también la realidad de la guerra de Estados contra entidades no estatales, individúales, aquellas de los terroristas, en cuanto consideradas una amenaza a la seguridad del Estado en el mismo nivel de otro Estado agresor.
Se produce así un cambio sustancial en el pensamiento profesional militar, al ser empujado por las actitudes de respuesta de los niveles políticos en el entendimiento de tal conflicto.
Entendimiento diferenciado que se crea ahora, al saltar los atentados de mero hecho terrorista, discriminado o indiscriminado, nacional o internacional,…, a hecho bélico tal y como antes se conocía.
Ampliación y cambio que llega a afectar a la dinámica militar y que hay que estudiar detenidamente para evitar, fuera de planteamientos teóricos, errores como los que ya se están produciendo, tanto militares como políticos.
Errores que han pagado, pagan y pagarán seguramente sociedades enteras durante mucho tiempo.
TERRORISMO EN LA GUERRA:
Desde atrás en los tiempos el terror, como un medio más, para alcanzar la victoria en las guerras estuvo siempre presente.
Territorios enteros eran dominados por la sola presencia de unas fuerzas enemigas conocidas por la violencia terrorífica de sus acciones.
Territorios luego mantenidos en la subordinación más denigrante bajo ese mismo terror trasladado a la política.
Usos y leyes de la guerra, y de la política, buscaron la desaparición de ese terror deshumanizado con logros bastante inciertos a la vista de determinadas situaciones bélicas actuales.
Así, por ejemplo, el tratadista militar español del XIX, el Brigadier Juan Sánchez Cisneros, en su “Ensayo de un diccionario razonado sobre la Ciencia de la Guerra” (1826), apuntaba en la voz “Terror de las Armas”: “Lo mismo que introducirlo en la provincia que se debe invadir; más por esto no se entiende el consentimiento de acciones crueles, devastar las campiñas a discreción, ni entregar al fuego ni al cuchillo las posesiones y vidas de los inocentes habitantes, muy al contrario, se ha de entrar de modo político y conforme al derecho militar, haciendo ostentación de las fuerzas, número y valor de sus soldados, e instrucción de los Generales y subalternos, y ponderando la justicia de su nación para hacer la guerra, etc. etc.” (Voz desaparecida de diccionarios militares posteriores).
Sin embargo, no hace falta más que atender a las constantes informaciones que nos llegan de los conflictos bélicos actuales para saber que todo ha quedado en mera intención.
Así, el terrorismo en la consideración de forma de acción del hecho bélico (aunque no figure en los reglamentos), no sólo como acción de un débil contra un fuerte, de “un David contra un Goliat” como se vino en tiempos a decir, dentro de una guerra revolucionaria, de insurgencia, de liberación nacional, de guerrillas,…, sino también como complemento de apoyo en las guerras regulares, convencionales,…, continua formando parte de los conflictos que se resuelven con las armas.
El terror, el terrorismo pues, sigue, de alguna forma, estando presente en las guerras.
Presencia terrorista en el hecho bélico, Terrorismo en la Guerra, que llevada fuera de ella, en la paz y en la idea para uno o ambos contendientes de que la guerra no ha acabado, ha ayudado a la equivocada comprensión, tal como antes apuntábamos, de que la lucha contra el terrorismo es una guerra, de que estamos en guerra, dando a los terroristas, como consecuencia, el nivel de potencia agresora.

La realidad conceptual y la realidad práctica, a pesar de sus contradicciones, mandan. Pero, “cosas veredes, amigo Sancho”…

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