BURGOS EN EL RECUERDO MILITAR PORTUGUÉS
(anotación)
Fernando Pinto Cebrián
Si en un momento dado se pudieran aislar y analizar cada uno de los componentes del sentimiento global de un país, verificar sus relaciones,…, encontraríamos posiblemente las huellas, los efectos, que diversos acontecimientos (entre ellos los bélicos) dejaron en su formación.
Es, sin más, el paso y el peso de su Historia en la conformación de su conciencia nacional.
También observaríamos que las diferentes interpretaciones de la realidad pasada alcanzando el presente (verdaderas deformaciones interesadas en algunos casos) tienen también su inevitable marca.
Es el caso, entre otros, de nuestra Guerra de la Independencia (1808-1814).
De “Independencia” para los españoles, guerra de oposición a la ocupación francesa del territorio nacional, “peninsular” para los portugueses, inclinados hacia una visión más amplia del conflicto (al menos geográficamente), influenciados, tal vez, por la no ocupación de su territorio junto al pensamiento inglés sobre el espacio operacional de sus intervenciones.
De todas formas, ninguna de las expresiones calificativas en cada país, de las “dos” guerras siendo la misma para el francés, originan, por lo general, contradicciones, apuntan equívocos o deformaciones. Son más bien complementarias para la interpretación de tal hecho bélico.
Del lado portugués, el “recuerdo” militar más externo, siempre fuera de “chovinismos” y “derrotismos”, en intención realista, queda plasmado en todas las transcripciones de fechas y lugares de su intervención sin indicación de victoria o de derrota, en azulejos, estucos,…, dispuestos en lugares de “honra” en algunos de sus acuartelamientos (datos básicos, elementales, de la historia militar de cada Unidad).
Con tal manera militar, ya tradicional, de rememorar su pasado, no resulta sorprendente que Burgos, ligada al año de 1812, aparezca dentro de tales enumeraciones, o como en el caso del Regimiento de Infantería de Elvas (a unos 17 kilómetros de Badajoz), en una de sus dependencias, como dedicatoria a la participación portuguesa (junto a las tropas de Wellington) en el sitio a su Castillo (19 de septiembre a 21 de octubre de 1812).
Sitio en el que, aunque se fracasara, siguiendo lo relatado en “Efemérides Burgalesas”, se derrochó heroísmo por todos los contendientes.
(anotación)
Fernando Pinto Cebrián
Si en un momento dado se pudieran aislar y analizar cada uno de los componentes del sentimiento global de un país, verificar sus relaciones,…, encontraríamos posiblemente las huellas, los efectos, que diversos acontecimientos (entre ellos los bélicos) dejaron en su formación.
Es, sin más, el paso y el peso de su Historia en la conformación de su conciencia nacional.
También observaríamos que las diferentes interpretaciones de la realidad pasada alcanzando el presente (verdaderas deformaciones interesadas en algunos casos) tienen también su inevitable marca.
Es el caso, entre otros, de nuestra Guerra de la Independencia (1808-1814).
De “Independencia” para los españoles, guerra de oposición a la ocupación francesa del territorio nacional, “peninsular” para los portugueses, inclinados hacia una visión más amplia del conflicto (al menos geográficamente), influenciados, tal vez, por la no ocupación de su territorio junto al pensamiento inglés sobre el espacio operacional de sus intervenciones.
De todas formas, ninguna de las expresiones calificativas en cada país, de las “dos” guerras siendo la misma para el francés, originan, por lo general, contradicciones, apuntan equívocos o deformaciones. Son más bien complementarias para la interpretación de tal hecho bélico.
Del lado portugués, el “recuerdo” militar más externo, siempre fuera de “chovinismos” y “derrotismos”, en intención realista, queda plasmado en todas las transcripciones de fechas y lugares de su intervención sin indicación de victoria o de derrota, en azulejos, estucos,…, dispuestos en lugares de “honra” en algunos de sus acuartelamientos (datos básicos, elementales, de la historia militar de cada Unidad).
Con tal manera militar, ya tradicional, de rememorar su pasado, no resulta sorprendente que Burgos, ligada al año de 1812, aparezca dentro de tales enumeraciones, o como en el caso del Regimiento de Infantería de Elvas (a unos 17 kilómetros de Badajoz), en una de sus dependencias, como dedicatoria a la participación portuguesa (junto a las tropas de Wellington) en el sitio a su Castillo (19 de septiembre a 21 de octubre de 1812).
Sitio en el que, aunque se fracasara, siguiendo lo relatado en “Efemérides Burgalesas”, se derrochó heroísmo por todos los contendientes.
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